FORMACIÓN INICIAL PARA POLICÍA DE PROXIMIDAD – PRP 2024
DESARROLLO HUMANO POLICIAL
- La persona como unidad bio psico social
La actuación de los seres humanos está orientada por valores. Los valores que las personas pueden elegir en su vida como fines son de diferentes tipos: artísticos, de conocimiento, de bienestar económico, de diversión, de competencia técnica y profesional y muchos otros.
Entre los valores hay unos que tienen importancia especial porque de su realización depende la realización de la persona humana, estos son los valores morales; por ejemplo, la fortaleza, la lealtad y el agradecimiento.
Hay valores morales que son indispensables para lograr una convivencia armoniosa de las personas en la sociedad. La realización de estos valores permite que la persona y la sociedad se relacionen de tal manera que ambas puedan crecer y desarrollarse para beneficio mutuo; entre estos valores sociales se encuentran el bien común, la tolerancia, la autoridad, la solidaridad y la justicia, por ejemplo.
Las normas jurídicas son las leyes y reglamentos establecidos por las autoridades competentes con el fin de regular la vida social para lograr el bien común. De esta manera, toda norma jurídica se establece para lograr un valor. Frecuentemente los valores que sustentan a las normas son también valores morales, como es el caso de la justicia, la honradez, la protección de la vida y de la libertad, aunque hay también valores jurídicos que no tienen que ver directamente con la moral, como es el caso de la norma de que los autos deben circular por el carril derecho o de que haya varias instancias para decidir un litigio, etc. De cualquier manera, una de las obligaciones morales de todo ciudadano es el acatamiento de las leyes justas establecidas por la autoridad legítima.
En este curso se desarrollará los valores éticos y aquellos valores jurídicos que están especialmente relacionados con la realización de la persona y con el desarrollo más pleno de la vida social. Hay numerosos valores éticos y jurídicos que norman la actividad de la policía para lograr estas finalidades.
Tanto los valores éticos como los valores jurídicos fundamentales están orientados en última instancia al bien de los seres humanos y tienen su razón de ser en la dignidad de la persona, esto es, en el respeto que se le debe a todo ser humano por el hecho de ser humano.
Por eso, en esta unidad empezaremos por abordar las cuestiones más generales sobre la realidad del ser humano como persona, así como la razón de ser de su dignidad y su capacidad de tomar decisiones éticas. También trataremos el significado de la ética, el papel de los valores y de las virtudes en la conducta, los procesos de valoración y los conflictos de valores y terminaremos con una reflexión sobre la importancia de los valores que están consignados en nuestra Constitución Política, así como las obligaciones que se siguen de ellos para la actuación de la Policía.
La palabra filosofía viene de los vocablos griegos “filos” que significan “amor” y “sofía” que significa “sabiduría”, así que etimológicamente quiere decir “amor a la sabiduría”.
La filosofía se dedica al estudio de las causas que han originado las cosas de este mundo. Por eso es posible apreciar varias áreas de investigación, entre las que se encuentran:
- La antropología filosófica, que estudia qué es el ser humano.
- La ética, que estudia la bondad y maldad de los actos humanos.
- La axiología, que es el estudio de los valores.
1.1. Definición
Cuando preguntamos por aquello que define a las personas, entramos al terreno de la Antropología filosófica, que se dedica al estudio de la esencia del ser humano, independientemente de la cultura en la que se desarrolle.
En Grecia, en el siglo IV antes de Cristo, Aristóteles definió al ser humano como un “animal racional” para explicar así que el hombre es el conjunto de dos realidades inseparables:
El aspecto biológico, en el que se incluyen los instintos, las necesidades fisiológicas y todos los aspectos que tienen que ver con el cuerpo. El aspecto racional, en el que se incluyen las facultades de la inteligencia y voluntad, así como todas las características espirituales que nos distinguen de los animales.
La inteligencia se orienta al conocimiento y la búsqueda de la verdad, y nos hace capaces de comprender la realidad mediante operaciones mentales como: relacionar, comparar, clasificar, analizar, sintetizar, juzgar, evaluar, razonar, etc.
La voluntad se orienta a la realización del bien y nos hace capaces de querer y decidir.
De acuerdo con lo anterior, gracias a nuestra racionalidad podemos hacer grandes cosas, tales como obras de ingeniería, descubrimientos científicos, creaciones artísticas, desarrollos tecnológicos, etc., pero también podemos ser capaces de grandes crueldades como la tortura o el asesinato, estafas, engaños y muchas otras maldades si no tenemos una formación ética y una conciencia moral desarrollada.
Lo anterior es especialmente importante en la profesión de policía, pues para cumplirla cabalmente se requiere de una actuación racional que nos haga más humanos y contribuya a la formación de una sociedad segura y libre de violencia.
¿Qué es ser persona?
La persona es un ser complejo en la que se relacionan instintos, razonamientos, emociones, pensamientos, poder de decisión, voluntad de acción, actitudes y valores.
Sin embargo, una persona no es la suma de materia y espíritu, mente y cuerpo, o de racionalidad, emotividad, afectividad, etc., sino una unidad en la que existe e interactúa todo lo anterior. Ningún comportamiento humano será nunca completamente racional o sólo afectivo, sólo social o sólo instintivo, porque la persona es una unidad estructurada de factores biológicos, psicológicos y sociales, en la que coexisten varias dimensiones relacionadas entre sí:
- La dimensión biológica, que se refiere a todo lo relacionado con nuestro cuerpo. Somos una especie biológica, tenemos una anatomía y fisiología distinta de otras especies, pero al igual que los demás seres vivos, nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. De ahí que necesitemos cubrir necesidades básicas de alimento, techo, protección contra el clima, etc.
- La dimensión social, que concierne a la necesidad que tenemos de los demás no sólo para nuestra supervivencia biológica, sino para desarrollarnos integralmente. En este sentido, el lenguaje es uno de los productos sociales por excelencia, pues gracias a él podemos expresar nuestros pensamientos y sentimientos individuales y ser entendidos por los demás.
- La dimensión psicoafectiva, que corresponde a la sensibilidad, es decir, a las emociones, pasiones y, en general, a los afectos que surgen de la interacción con nuestros semejantes. El universo de la afectividad es lo que permite la creación artística y la experiencia estética, por ejemplo.
- La dimensión racional, que dispone de dos facultades: la inteligencia y la voluntad, es decir, la capacidad de conocer y la capacidad de querer, que nos permiten tomar decisiones y ejercer nuestra libertad. Gracias a la dimensión racional somos capaces de hacer ciencia y tener vida moral, pues nos permite reflexionar y decidir el curso de nuestras vidas.
- La dimensión moral, que, en estrecha relación con las dimensiones psicoafectiva y racional, corresponde al fenómeno humano en el que se dan las cualidades necesarias para formular juicios de valoración ética, es decir, los relacionados con el bien y el mal.
- La dimensión espiritual, que nos lleva a preguntarnos por el sentido último de nuestra existencia. Esta característica puede encontrarse en valores fundamentales como la justicia o en instituciones como la Patria, en la misma naturaleza o en el Dios propio de las religiones. Gracias a esta dimensión nos relacionamos con la realidad trascendente y somos capaces de experimentar fe, amor, reverencia, compasión o misericordia, por ejemplo. Estos sentimientos implican muchas veces la captación de lo sagrado como una realidad límite que logramos vislumbrar, pero no somos capaces de explicar cabalmente.
Todas estas dimensiones se encuentran estrechamente relacionadas unas con otras en la vida y en las acciones de todos nosotros, de tal manera que podemos decir que la persona es una unidad biopsicosocial capaz de autorrealizarse a sí misma gracias al ejercicio responsable de su libertad.
De todas las dimensiones de la persona se derivan algunas necesidades, como se puede apreciar en el siguiente cuadro:
DIMENSIÓN… | NECESIDAD… |
Biológica | Comer, dormir, descansar, hacer ejercicio, etc. |
Social | Comunicarse, ser aceptado, ser reconocido, pertenecer… |
Psicoafectiva | Tener una buena autoestima, dar y recibir amor, apreciar la música, disfrutar el arte, gozar la vida, confiar en los demás… |
Racional | Captar, conocer, entender, razonar, investigar, deliberar, ponderar la evidencia, tomar decisiones… |
Moral | Dar cuenta de mis actos, hacer el bien, evitar el mal… |
Espiritual | Encontrar un sentido a la vida, trascender, autorrealizarse… |
1.2. Desarrollo físico (crecimiento, salud, discapacidad)
Se define como el proceso de crecimiento del cuerpo y el cerebro, que incluye las pautas de cambio de las capacidades sensoriales, habilidades motrices y salud.
Principales desarrollos físicos en las ocho etapas del desarrollo humano
- Prenatal (concepción al nacimiento)
- Se produce la concepción por fecundación natural o por otros medios.
- La dotación genética interactúa con las influencias ambientales dese el principio.
- Se forman las estructura y órganos básicos del cuerpo; comienza el crecimiento acelerado del cerebro.
- Ocurre el mayor crecimiento físico de la vida.
- Gran vulnerabilidad a las influencias ambientales.
- Infancia (nacimiento a 3 años)
- Al nacer, operan en diversa medida todos los sentidos y sistemas del cuerpo.
- Se incrementa la complejidad del cerebro, que es muy sensible a las influencias ambientales.
- Rápido crecimiento físico y desarrollo de las destrezas motrices.
- Niñez temprana (3 a 6 años)
- El crecimiento es constante; el aspecto es más esbelto y las proporciones son más parecidas a las del adulto.
- Se reduce el apetito y son comunes los problemas de sueño.
- Aparece la lateralidad; mejora la coordinación motora gruesa y la fina fuerza.
- Niñez media (6 a 11 años)
- El crecimiento se hace más lento.
- Aumentan la fuerza y las capacidades deportivas.
- Son comunes las enfermedades respiratorias, pero la salud en general es mejor que en cualquier otro momento del ciclo vital.
- Adolescencia (11 a alrededor de 20 años)
- El crecimiento físico y otros cambios son rápidos y profundos.
- Se presenta la madurez reproductiva.
- Los principales riesgos de salud se deben a problemas de conducta, como trastornos alimentarios y drogadicción.
- Adultez temprana (20 a 40 años)
- La condición física alcanza su máximo nivel y luego disminuye ligeramente.
- Las elecciones de estilo de vida influyen en la salud.
- Adultez media (40 a 65 años)
- Puede iniciarse un deterioro lento de las capacidades sensoriales, así como de la salud, el vigor y la resistencia, pero las diferencias entre individuos son vastas.
- Las mujeres sufren la menopausia.
- Adultez tardía (65 años en adelante)
- La mayoría de las personas son sanas y activas, aunque en general disminuyen la salud y las capacidades físicas.
- La disminución de los tiempos de reacción afecta algunos aspectos del funcionamiento.
1.3. Desarrollo cognoscitivo (pensamiento y aprendizaje, comunicación efectiva, inteligencia, autoestima y autopercepción, motivación, toma de decisiones)
Se define como la pauta de cambio de los procesos mentales, como aprendizaje, atención, memoria, lenguaje, pensamiento, razonamiento y creatividad.
Principales desarrollos cognoscitivos en las ocho etapas del desarrollo humano
- Prenatal (concepción al nacimiento)
- Se desarrollan las capacidades de aprender, recordar y responder a la estimulación sensorial.
- Infancia (nacimiento a 3 años)
- Están presentes las capacidades de aprender y recordar incluso en las primeras semanas.
- Hacia el final del segundo año se desarrolla la capacidad de usar símbolos y de resolver problemas.
- Se desarrolla rápidamente la comprensión y uso del lenguaje.
- Niñez temprana (3 a 6 años)
- En alguna medida el razonamiento es egocéntrico, pero aumenta la comprensión del punto de vista de los demás.
- La inmadurez cognoscitiva produce ideas ilógicas sobre el mundo.
- Se consolidan la memoria y el lenguaje.
- La inteligencia se hace más predecible.
- La experiencia preescolar es común, y más aún la preprimaria.
- Niñez media (6 a 11 años)
- Disminuye el egocentrismo. Los niños comienzan a pensar en forma lógica, pero concreta.
- Se incrementan las habilidades de memoria y lenguaje.
- Los avances cognoscitivos permiten a los niños beneficiarse de la escuela formal.
- Algunos niños revelan necesidades y dotes educativas especiales.
- Adolescencia (11 a alrededor de 20 años)
- Se desarrolla la capacidad del pensamiento abstracto y el razonamiento científico.
- Persiste la inmadurez del pensamiento en lagunas actitudes y conductas.
- La educación se enfoca en la preparación para la universidad o el trabajo.
- Adultez temprana (20 a 40 años)
- El pensamiento y los juicios morales adquieren mayor complejidad.
- Se llevan a cabo elecciones educativas y laborales, a veces después de una etapa de exploración.
- Adultez media (40 a 65 años)
- Las habilidades mentales llegan a su máximo; se eleva la competencia y capacidad práctica para resolver problemas.
- La producción creativa declina, pero es de mejor calidad.
- Algunos alcanzan el éxito profesional y su poder de generar ganancias está en la cúspide; otros experimentan agotamiento y cambio de profesión.
- Adultez tardía (65 años en adelante)
- Casi todas las personas están mentalmente alertas.
- Aunque algunas áreas de la inteligencia y la memoria se deterioran, la mayoría de las personas encuentran la forma de compensarlas.
1.4. Desarrollo psicosocial (desarrollo de la personalidad, contextos de desarrollo, redes de apoyo)
Se define como la pauta de cambio de emociones, personalidad y relaciones sociales.
Principales desarrollos psicosociales en las ocho etapas del desarrollo humano
- Prenatal (concepción al nacimiento)
- El feto responde a la voz de la madre y siente preferencia por ella.
- Infancia (nacimiento a 3 años)
- Apego a padres y otros.
- Se desarrolla la autoconciencia.
- Se produce el cambio de la dependencia a la autonomía.
- Aumenta el interés en otros niños.
- Niñez temprana (3 a 6 años)
- El autoconcepto y la comprensión de las emociones se hacen más complejos; la autoestima es global.
- Aumentan la independencia, iniciativa y el autocontrol
- Se desarrolla la identidad de género.
- Los juegos son más imaginativos y elaborados y, por lo común, más sociales.
- Son comunes el altruismo, la agresión y el temor.
- La familia todavía es el centro de la vida social, pero otros niños cobran más importancia.
- Niñez media (6 a 11 años)
- El autoconcepto se hace más complejo e influye en la autoestima.
- La corregulación refleja el cambio gradual del control de los padres al hijo.
- Los compañeros adquieren una importancia central.
- Adolescencia (11 a alrededor de 20 años)
- La búsqueda de identidad, incluyendo la sexual, es un objetivo central.
- En general, las relaciones con los padres son buenas.
- El grupo de pares ejerce una influencia positiva o negativa.
- Adultez temprana (20 a 40 años)
- Los rasgos y estilos de personalidad se estabilizan, aunque las etapas y sucesos de la vida generan cambios de personalidad.
- Se establecen relación intimas y estilos de vida personales, pero no siempre son duraderos.
- Casi todos se casan y muchos tienen hijos.
- Adultez media (40 a 65 años)
- Prosigue el desarrollo del sentido de identidad; se produce la transición de la mitad de la vida.
- La doble responsabilidad de cuidad a los hijos y a los padres causa tensiones.
- La partida de los hijos deja el nido vacío.
- Adultez tardía (65 años en adelante)
- El retiro, cuando ocurre, abre nuevas opciones para aprovechar el tiempo.
- Las personas desarrollan estrategias más flexibles para enfrentar las perdidas personales y la inminencia de la muerte.
- Las relaciones con familiares y amigos cercanos proporcionan un apoyo importante.
- La búsqueda del significado de la vida asume una importancia central.
- Competencias del ser humano
Actualmente podemos encontrar un gran número de definiciones del término competencia. Pero básicamente, las competencias son el conjunto de conocimientos, habilidades y motivaciones que ponemos al servicio de una tarea o la resolución de un problema, para alcanzar un resultado. Las competencias no son los conocimientos ni las habilidades que tenemos, sino el modo en que las utilizamos. Podemos tener los talentos, pero no utilizarlos cuando se presenta la ocasión. Esto no es ser competente. Por ejemplo, podemos saber cómo tener nuestra habitación ordenada (dónde va cada cosa) e incluso tener las habilidades para hacerlo (doblar la ropa, por ejemplo), pero no por ello tener habitualmente la habitación en orden. La mayoría de las competencias implican tres elementos: conocimiento (SABER), habilidad y destreza (SABER HACER) y motivación (QUERER). En resumen, podemos afirmar que las competencias se manifiestan a través de nuestras actuaciones y comportamientos y son la razón que explica el éxito de una persona en la actividad que realiza.
2.1. Importancia de las competencias
Hoy en día, las empresas buscan colaboradores competentes, es decir, necesitan no sólo a personas con amplia formación o experiencia que acrediten su capacidad técnica, sino que además tengan ciertas cualidades personales y sociales, que, aplicadas al ámbito laboral, proporcionen valor añadido al trabajo que realizan, a la empresa o al cliente que le paga. No sólo buscan colaboradores con conocimientos y destrezas técnicas, sino que valoran además otros aspectos como valores, motivos, gestión emocional, hábitos, habilidades sociales o personales, porque están íntimamente relacionados con los resultados que consiguen. Estamos hablando de atributos que nos permiten liderar, comunicar, trabajar en equipo, resolver problemas, asumir responsabilidades, gestionar nuestro estrés, resolver conflictos, adaptarnos a nuevas situaciones, etc. Desde este enfoque, cada vez hay más organizaciones que adoptan prácticas y basan sus políticas de recursos humanos en la identificación, valoración y desarrollo de las competencias de sus equipos humanos. Cada vez más, las empresas toman conciencia de la importancia del capital humano para sus compañías y de la necesidad de contar con personas competentes para que los negocios crezcan en un entorno cada vez más competitivo, cambiante y globalizado.
2.2. Saber conocer
Se define como la puesta en acción de un conjunto de herramientas para procesar la información de manera significativa, acorde con las expectativas individuales, las propias capacidades y los requerimientos. Este saber dentro del ámbito de las competencias, se caracteriza por la puesta en acción de estrategias para procesar el conocimiento mediante la planeación, monitoreo y evaluación, y la comprensión del problema dentro del contexto.
2.3. Saber hacer
Es el saber de la actuación en la realidad, que se hace de forma sistemática y reflexiva, buscando la consecución de metas de acuerdo con determinados criterios, teniendo en cuenta la eficiencia y eficacia en articulación con el contexto. El saber hacer es saber actuar con respecto a la ejecución de procedimientos específicos para resolver problemas, teniendo como base la planeación y evaluación.
2.4. Saber ser
Consiste en la articulación de diversos contenidos enmarcados en el desempeño de la competencia y, se caracteriza por la construcción de la identidad personal y la conciencia y control del proceso emocional en la realización de la profesión. En el saber ser está la motivación, el interés en el trabajo y, la búsqueda de idoneidad.
2.5. Saber convivir
Tienen que ver con las capacidades para comunicarse con sensibilidad y respeto a las personas, trabajo en equipo, negociar conflictos, solidaridad y participación en la vida democrática de la comunidad, entre otras.
- Emoción
3.1. Conceptualización de emoción
Las emociones se pueden definir como aquellas reacciones subjetivas a la experiencia asociadas con cambios fisiológicos y conductuales. El patrón característico de reacciones emocionales de una persona empieza a desarrollarse durante la infancia y es un elemento básico de la personalidad. Las personas difieren en la frecuencia con que experimentan una emoción particular, en los tipos de sucesos que la producen, en las manifestaciones físicas que muestran y en la manera en que actúan como resultado. La cultura influye en lo que siente la gente acerca de una situación y en la forma en que expresa sus emociones. Por ejemplo, algunas culturas asiáticas que otorgan prioridad a la armonía social, desalientan la expresión de la ira, pero dan mucha importancia a la vergüenza. En la cultura estadounidense, que hace hincapié en la autoexpresión, autoafirmación y autoestima, suele pasar lo contrario (Cole, Bruschi y Tamang, 2002).
3.2. Tipos de Emociones
Muchos autores han intentado realizar una tipología de las emociones; sin embargo, aún no se ha podido llegar a un consenso; al respecto, Goleman (2001: 419) asegura que “La verdad es que en este terreno no hay respuestas claras y el debate científico sobre la clasificación de las emociones aún se halla sobre el tapete”.
Una de las clasificaciones más empleadas es la de distinguir entre emociones básicas y emociones complejas o secundarias. Las emociones básicas, también denominadas primarias, puras o elementales, se reconocen por una expresión facial característica. El argumento sobre la existencia de al menos algunas emociones que no son aprendidas sino universales e innatas se debe en cierta Medida a Paul Ekman (1992) de la Universidad de California, quien descubrió que las expresiones faciales de estas emociones son reconocidas por personas de distintas culturas, lo cual les otorga un carácter de universal.
Las emociones básicas se inician con rapidez y duran unos segundos cada vez. Los investigadores discrepan en lo que concierne al número de ellas, pero en general se reconocen como tales: la alegría, la aflicción o tristeza, la ira, el miedo, la sorpresa y el asco. No existe cultura alguna de la que estén ausentes estas emociones. No son aprendidas, sino que forman parte de la configuración del ser humano. Esto se evidencia en la presencia de las mismas expresiones faciales en los ciegos congénitos. Se pueden usar palabras o conceptos distintos para describir una determinada emoción, pero la expresión facial es la misma. Las emociones básicas están grabadas en los circuitos nerviosos de los genes y no a través de la cultura. Sólo una vez activada la conciencia, transcurridos unos cientos de milisegundos, las reglas de exhibición culturalmente determinadas se imponen sobre la respuesta biológica elemental.
Evans (2002: 35) propone un cambio de perspectiva en la discusión acerca de los tipos de emociones. Argumenta que más que pensar en las emociones básicas y las culturalmente específicas (también llamadas secundarias) como dos clases completamente diferentes, deberíamos concebirlas como los extremos de un mismo espectro. De tal manera que: “Dependiendo de cuántas condiciones específicas se precisen para el desarrollo de una emoción determinada, y dependiendo asimismo de su grado de especificidad, la emoción se aproximará más al extremo “básico” o al polo “culturalmente específico” del espectro”. Esto significa que la distinción entre emociones básicas y emociones culturalmente específicas es una discusión de grado más que de clase. Por consiguiente, existiría todo un espectro de innatismo en las emociones básicas ubicadas en el polo de lo muy innato y las emociones culturalmente específicas en el extremo de lo menos innato. Evans (2002) también apoya la propuesta de incluir una tercera categoría denominada emociones cognoscitivas superiores, las cuales serían menos innatas que las emociones básicas, pero más innatas que las culturalmente específicas. Las emociones cognoscitivas superiores difieren de las emociones básicas en que no son tan rápidas y automáticas ni se hallan asociadas universalmente a una única expresión facial. Se cree que estas emociones se procesan en áreas del neocórtex, por lo que estarían más expuestas a la influencia de los pensamientos conscientes y, por lo tanto, más susceptibles de variación cultural. Esta propuesta considera que esas emociones son universales porque forman parte de la naturaleza humana, presentan una mayor variabilidad cultural, su desarrollo y extinción toman más tiempo que en las emociones básicas. Entre las emociones cognoscitivas superiores se incluyen las siguientes: amor, culpabilidad, vergüenza, desconcierto, orgullo, envidia y celos.
Por su parte, autores como Fernández-Abascal, Martín y Domínguez (2001: 308), clasifican las emociones en primarias, secundarias, positivas, negativas y neutras. Las describen de la siguiente manera:
Emociones primarias: parecen poseer una alta carga genética, en el sentido que presentan respuestas emocionales preorganizadas que, aunque son modeladas por el aprendizaje y la experiencia, están presentes en todas las personas y culturas.
Emociones secundarias: emanan de las primarias, se deben en gran grado al desarrollo individual y sus respuestas difieren ampliamente de unas personas a otras.
3.3. Clasificación de las emociones
Emociones negativas: implican sentimientos desagradables, valoración de la situación como dañina y la movilización de muchos recursos para su afrontamiento, ejemplo: el miedo, la ira, la tristeza y el asco.
Emociones positivas: son aquellas que implican sentimientos agradables, valoración de la situación como beneficiosa, tienen una duración temporal muy corta y movilizan escasos recursos para su afrontamiento, ejemplo: felicidad.
Emociones neutras: son las que no producen intrínsicamente reacciones ni agradables ni desagradables, es decir que no pueden considerarse ni como positivas ni como negativas, y tienen como finalidad el facilitar la aparición de posteriores estados emocionales, ejemplo: la sorpresa.
3.4. Componentes de las emociones
Las emociones son experiencias complejas que involucran una interacción entre diferentes componentes: fisiológico, cognitivo y subjetivo. Estos componentes trabajan en conjunto para dar forma y dar significado a las emociones. A continuación, siguiendo a Fernández-Abascal et al. (2010) se exploran cada uno de ellos en detalle.
El componente fisiológico se refiere a las respuestas físicas y corporales que se experimentan cuando se está emocionalmente activado. Al experimentar una emoción, el cuerpo se prepara para responder de manera apropiada. Por ejemplo, en situaciones de miedo, se observa un aumento en la frecuencia cardíaca, la respiración se acelera, los músculos se tensan y puede aparecer una sensación de hormigueo o sudoración en las palmas de las manos. Estas respuestas fisiológicas son desencadenadas por el sistema nervioso autónomo y preparan al cuerpo para luchar, huir o congelarse en respuesta a la emoción experimentada.
El componente cognitivo relativo a los procesos mentales y cognitivos que acompañan a las emociones, involucra la interpretación y evaluación de la situación o evento que desencadena la emoción. Los pensamientos, creencias y percepciones influyen en cómo se interpreta y se da sentido a las situaciones emocionales. Por ejemplo, si alguien nos critica, las creencias y pensamientos sobre nosotros mismos y sobre la crítica influirán en la emoción que se experimenta como respuesta. El componente cognitivo también incluye la capacidad para reconocer y etiquetar las emociones, así como la de comprender y manejar las emociones de manera efectiva.
El componente subjetivo comprende la experiencia subjetiva o la sensación interna que se siente durante una emoción. Es la calidad y el tono emocional que se percibe en el estado emocional. Por ejemplo, la alegría puede ser experimentada como una sensación de ligereza y excitación, mientras que la tristeza puede serlo como una sensación de pesadez y melancolía. La subjetividad de las emociones es única para cada individuo y puede variar en intensidad y duración.
En definitiva, estos tres componentes de las emociones, el fisiológico, cognitivo y subjetivo, están intrínsecamente interconectados y se influyen mutuamente. Las respuestas fisiológicas pueden influir en las interpretaciones cognitivas y viceversa. Del mismo modo, las interpretaciones cognitivas pueden afectar a la intensidad y a la calidad subjetiva de las emociones (Fernández-Abascal et al., 2010). El reconocimiento y la comprensión de estos componentes son esenciales para desarrollar habilidades de inteligencia emocional. Nos permiten ser conscientes de nuestras emociones, comprender cómo influyen en nuestros pensamientos y comportamientos, y aprender a regular y gestionar nuestras respuestas emocionales de manera efectiva. Al entender y explorar los componentes fisiológico, cognitivo y subjetivo de las emociones, podemos profundizar en nuestro autoconocimiento emocional y mejorar nuestras habilidades de autorregulación emocional (Aracena & González, 2021; Buitrago, 2020; Fryda, 1986).
3.5. Reconocimiento de las emociones
El reconocimiento de las emociones forma parte de lo que se llama inteligencia emocional, que no es más que la capacidad para reconocer y regular los sentimientos de uno mismo y de los otros, sentir lo que siente el otro (empatía), tener fuerza para superar los obstáculos (automotivación y autoestima) y relacionarnos de forma igualitaria con los demás (habilidades sociales). Mimar nuestro momento emocional, aprender a expresar los sentimientos sin agresividad y sin culpabilizar a nadie, ponerles nombre, atenderlos y saber cómo descargarlo, es uno de los ejes de interpretación de lo que nos ocurre. No es más inteligente quien obtiene mejores calificaciones en sus estudios, sino quien pone en práctica habilidades que le ayudan a vivir en armonía consigo mismo y con su entorno. No hay emociones buenas o malas, hay emociones que nos hacen sentir bien o mal. Las emociones hay que dejarlas fluir, pero si no sabemos expresarlas no podremos regularlas.
Reconocer las emociones implica tomar conciencia de lo que nos está sucediendo, identificar y significar lo que se siente y desde ese conocimiento, evaluar estrategias que permitan lograr una sensación de bienestar, tomando en cuenta las siguientes etapas:
Conciencia emocional. Es la capacidad para tomar conciencia de las propias emociones identificarlas y etiquetarlas, así como las emociones de los demás, incluyendo la habilidad para captar el clima emocional de un contexto determinado.
Dar nombre a las emociones. Habilidad para utilizar el vocabulario emocional y los términos expresivos habitualmente disponibles en una cultura para etiquetar las propias emociones, permitirse decir; “estoy enojado” (a), “estoy triste”, “estoy avergonzado” (a), etc.
Comprender las emociones. Capacidad para percibir con precisión las emociones y perspectivas de los demás y de implicar empáticamente en sus vivencias emocionales.
3.6. Regulación Emocional (conceptualización de regulación emocional, el control de las propias emociones, estrategias para control emociones, identificación de situaciones estresantes)
Es la capacidad para manejar las emociones de forma apropiada; supone tomar conciencia de la relación entre la emoción, cognición y comportamiento, tener buenas estrategias de afrontamiento, capacidad para autogenerarse emociones positivas, etc.
Tomar conciencia entre emoción, cognición y comportamiento. Los estados emocionales inciden en el comportamiento y estos en la emoción, ambos pueden regularse por la cognición (razonamiento, conciencia).
Expresión emocional. Capacidad para expresar las emociones de forma apropiada. Habilidad para comprender que el estado emocional interno no necesita corresponder con la expresión interna, tanto de uno mismo como la de los demás.
Habilidades de afrontamiento emocional. Habilidad para afrontar emociones negativas mediante la utilización de estrategias de autorregulación que mejoren la intensidad y la duración de tales estados emocionales.
Habilidades de vida y bienestar. Capacidad para adoptar comportamientos apropiados y responsables de solución de problemas, familiares, profesionales y sociales (identificación de problemas, fijar objetivos adaptativos, solución de conflictos, negociación, bienestar subjetivo y fluir).
Identificación y manejo de situaciones estresantes. Cualquier persona en algún momento u otro de la vida, se ha sentido bajo los efectos del estrés. A pesar de que se trata de una reacción completamente normal y necesaria frente a un cambio vital o un determinado desafío, si se prolonga en el tiempo, puede acarrear consecuencias perjudiciales para la salud (ansiedad, trastornos gastrointestinales, debilidad del sistema inmunológico, migrañas…).
¿Estoy estresado (a)? Lo primero que debemos aprender para averiguar si las situaciones vitales nos están afectando más de lo que debieran es reconocer la presencia del estrés en tu vida. Como cada persona es diferente, las formas de sentir y experimentar el estrés son también diferentes para cada uno de nosotros, puede que nos mostremos irritables, o suframos de dolores de cabeza, quizás tensión muscular en el cuello o la espalda y hombros, o puede que todo esto a la vez, según el caso. Pero, ¿qué señales del estrés hay en ti? Si aprendes a reconocerlas, te será más sencillo comenzar a manejarlo. Es esencial identificar las situaciones que pueden ser potencialmente estresantes. Las denominamos estresores. Éstos son muy variados y pueden estar relacionados con la familia, la universidad, el instituto, el trabajo, las relaciones, el dinero o con problemas de salud.
Es necesario evitar las conductas poco o nada saludables para aliviar el estrés. Para relajarse, algunas personas recurren a comportamientos tales como comer de manera compulsiva, fumar en exceso, alcohol, consumo de drogas, dormir demasiado o no dormir lo suficiente, entre otros muchos. Pese a que estas conductas, pueden ayudar inicialmente a reducir la tensión, lo cierto es que al final, son más perjudiciales que otra cosa. Quizás, en un principio no sea fácil, pero podemos utilizar alternativas de manejo del estrés que no tengan repercusiones negativas en nuestra salud física y/o mental. A continuación, presentamos algunas de ellas:
- ¿Qué cosas que no se pueden cambiar? El hecho de aceptar que no puede cambiar ciertas cosas te puede permitir dejarlas ir y así no alterarte. Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de que has de conducir durante hora punta, a primera hora da mañana. Pero en cambio, puedes buscar maneras de relajarse en el trayecto, como escuchar un podcast, música o leer.
- Evita las situaciones potencialmente estresantes. Siempre que te sea posible, aléjate de la fuente del estrés. Por ejemplo, permítete un descanso y sal a caminar o tomar un café.
- Haz ejercicio. Realizar actividades físicas todos los días es una de las mejores formas manera de tratar el estrés. Durante el ejercicio, tu cerebro libera una serie de sustancias neuroquímicas que te hacen sentir bien, paralelamente, puede ayudarte a canalizar la frustración o la energía acumulada. Sería recomendable que pudieses encontrar alguna actividad física con la que disfrutes y lo pases bien, ya sea caminar, montar en bicicleta, correr, nadar o bailar, al menos media hora al día.
- Desarrollo policial
4.1. Cuerpo policial
Se pude definir como aquel grupo de personas pertenecientes a las instituciones de seguridad pública encargada de velar por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos, a las órdenes de las autoridades políticas.
En el mismo sentido, la policía es una fuerza de seguridad encargada de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos mediante el uso de distintas herramientas cívicas y sociales, entre las cuales, el uso de la fuerza sería la última herramienta llevada a cabo para establecer el orden público. La fuerza policial se encuentra sometida a las órdenes del Estado.
La mayoría de las fuerzas policiales son organizaciones casi militares, cuya principal obligación es disuadir e investigar crímenes contra las personas o que afecten el orden público, así como arrestar sospechosos, e informar a las autoridades competentes. También es responsable de reportar ofensas menores mediante citaciones que suelen terminar en el pago de una fianza, usualmente por violación de las leyes de tránsito vehicular. Su administración puede ser centralizada a nivel nacional, o descentralizada, con fuerzas de policía local autónomas en gran medida.
Según otros enfoques —de difusión en algunos medios intelectuales, universitarios y políticos— la función de la policía es diferente. Por ejemplo, para el marxismo la policía es parte del aparato represivo del Estado, el cual funciona mediante la violencia, ya sea física o no, y es un instrumento de la clase burguesa dominante mediante la cual esta se asegura su poder; o el discurso foucaultiano, que sostiene que la policía y el sistema penal son instituciones de poder que no se proponen eliminar el crimen sino controlarlo dentro de ciertos límites y hacer uso de él según sus propios intereses.
La policía puede tener un carácter preventivo como el caso de las policías de ciudad o de proximidad, que pueden ser investigadoras, como las que auxilian al fiscal o Ministerio Público en la persecución de los delitos; o bien, estar dirigidas a garantizar el debido cumplimiento de normas, como la policía fiscal. También suele tener un servicio de emergencia que provee seguridad en la vía pública, así como en emergencias, desastres y casos de búsqueda y rescate. Para poder responder rápido a las emergencias, la policía normalmente coordina sus operaciones con servicios de bomberos y emergencias médicas. En muchos países todos ellos utilizan número telefónico único de emergencias que permite a la policía, bomberos o servicios médicos actuar en caso de emergencia.
Se llama también policía a cada agente perteneciente a dicha organización. Los reclutas suelen recibir formación especializada y deben presentarse a una oposición.
4.2. Plan de vida y carrera policial
Seguramente recuerda la teoría de la motivación de Maslow. Él definió una serie de necesidades que deben estar cubiertas para que una persona pueda ser feliz con lo que hace, es decir, para que se sienta satisfecha en el camino que decidió tomar. Al elegir convertirse en policía, usted apuesta porque sea una carrera que le permita satisfacer estas necesidades e, incluso, llegar a la cima de ellas, a la punta de la pirámide, que es la autorrealización.
Para Maslow, la autorrealización es la meta de la vida de las personas. Él utiliza esta palabra porque cambia de persona a persona. Para algunos puede ser la de conservar el negocio familiar mientras para otros puede ser la de ayudar a los más necesitados. Para Maslow, la autorrealización se relaciona con la sensación de satisfacción y plenitud con lo que uno hace.
Al reflexionar sobre lo visto en el curso, se dará cuenta que ya ha tocado cada uno de los pisos de la pirámide, y también del último, cuando se habló acerca del ajuste entre la ocupación que uno realiza y su vocación. Cuando hizo su cuadro sobre las necesidades básicas de una persona, reflexionó acerca de qué tan bien están atendidas las necesidades fisiológicas. El segundo piso, el de la seguridad, se ha tocado en varios puntos por ser una que requiere especial atención en la vida de un policía. En lo que se refiere a la necesidad de pertenencia, podemos considerar que está satisfecha por ser parte de la corporación.
La corporación le da no sólo seguridad sino también pertenencia, identidad y un legítimo sentimiento de orgullo. El cuerpo policial le da también un lugar en la sociedad, un nombre y una actividad que le permite vivir dignamente. Todo esto genera el espíritu de cuerpo, que es un sentimiento profundo de pertenencia y de afiliación.
Si consideramos el siguiente piso, que es la necesidad de reconocimiento, encontramos que se atiende mediante tres factores importantes:
- Primero, mediante la aprobación de la institución, encarnada en su líder.
- Segundo, por el reconocimiento de los ciudadanos, a quienes se dedica la vida.
- Tercero, por la aceptación y el cariño de la familia y de los seres queridos, cuya expresión más fuerte es la posibilidad de constituirse en un ejemplo admirable para los hijos.
Al principio del curso usted revisó un texto sobre la autorrealización, que se encuentra en el último nivel de la escala. No es uno como los anteriores, ya que se trata de la culminación del impulso al crecimiento o perfección del ser humano que consiste en la actualización de sus potencialidades. En la autorrealización se relacionan y se armonizan los niveles anteriores. Además, la autorrealización incluye la autenticidad, esto es, que la persona asuma su futuro como propio, que se sienta responsable de sus logros y fracasos, y que viva con orgullo sus decisiones y acciones.
El objetivo de las siguientes páginas es el de articular su proyecto de autorrealización en un plan de vida que incluya las distintas dimensiones o necesidades de la persona en un programa de acción coherente. De lo que se trata es de dibujar una especie de mapa que lo oriente en medio de las incertidumbres de la vida y le ayude a realizar el tipo de policía y persona que usted quiere ser.
Responsabilidad en la elección vocacional
Lectura: La visión y la misión personal
La mayoría de las instituciones, empresas y negocios exitosos, definen su misión y su visión. En su misión expresan lo que son, la razón de ser de su existencia y a qué sector de la población se dirigen; en su visión describen lo que quieren lograr y cómo esperan verse en unos 10, 15 o 20 años. Para el logro de la visión y la misión, es necesario establecer una estrategia basada en metas considerando todas las áreas que la constituyen.
Una persona también tiene una misión y una visión personales, sólo que a diferencia de las instituciones y de las empresas, rara vez las pone por escrito. Para definir el propósito de su vida o su misión es importante primero tener una “visión de uno mismo”: imaginarse cómo se verá uno en diez o veinte años o, lo que es lo mismo, preguntarse “¿cuáles son mis sueños?”.
Misión y visión personal
Una vez definidos sus sueños, la persona puede preguntarse acerca de cuál es el sentido de su vida. Por ejemplo, si un investigador médico se imagina que en veinte años quiere descubrir una cura para el cáncer, podrá ver que su misión en la vida es trabajar por crear procedimientos y o medicamentos que remedien esa enfermedad y disminuir así el sufrimiento y el dolor de las personas.
La misión de una persona es el sentido de su vida, el cual está orientado por los valores que son más importantes para ella, aquellos por los cuales estaría dispuesta a sacrificar su vida. La visión es la forma en que se reflejará el cumplimiento de esa misión, en logros concretos, en distintos ámbitos o campos de realización. Cuando definimos nuestra visión es importante considerar esos diferentes ámbitos, por ejemplo: el personal, familiar, laboral (trabajo y profesión), económico y social.
Tener claridad en lo que queremos ser y en el propósito de nuestra vida nos ayuda a enfocarnos y a dirigirnos hacia el cumplimiento de nuestros ideales.
Armonización de un plan de vida y carrera multidimensional
Las distintas dimensiones de la persona se relacionan entre sí. Por ejemplo, usted puede sentir que su familia es un apoyo fundamental para seguir su carrera policial, ya que ella lo anima y le da la fuerza para seguir adelante en su trabajo. Pero al mismo tiempo, usted trabaja para ellos y su felicidad le da sentido a su trabajo diario. Si usted se empeña en ser un policía modelo desarrolla una carrera exitosa, pero al mismo tiempo crece en su dimensión moral y se constituye en un ejemplo de honestidad, integridad y trabajo duro para sus hijos, colegas, amigos y vecinos. Lo ideal es entonces que las distintas dimensiones de la persona y, en especial, su carrera o trabajo profesional y su vida estén en armonía y se refuercen mutuamente para que pueda lograr la autorrealización.
La autorrealización está acompañada de un gran sentimiento de orgullo por lo que se hace, el cual impacta positivamente en las personas que uno más quiere en el mundo. La autorrealización se persigue toda la vida y en todo momento, pero sus frutos se recogen a lo largo de cada parte del camino.
Por el contrario, cuando la misión no hace un aporte positivo a la comunidad, los sentimientos que se tienen son los opuestos. Cuando se traiciona la confianza pública también se traiciona la propia misión y con ello se pierde la posibilidad de beneficiar a quienes permitieron que uno sea quien es. A esto se une la pena de no ser un buen ejemplo para los seres queridos. Un hijo debe estar orgulloso y no avergonzado de sus padres. Por eso los valores morales constituyen una guía segura para organizar el plan de vida.
Los planes tienen que estar ubicados en un tiempo y lugar determinados. Hoy muchos de ustedes están iniciando su formación policial, aun cuando varios ya tienen experiencia. Por ahora comparten banca, pero pronto irán a realizar funciones distintas. Eso hace que sólo compartan en algunos aspectos el punto de inicio.
A continuación, le proponemos seguir con los siguientes pasos para definir su propio plan de vida y carrera.
- Definir metas iniciales a partir de la visión que ya estableció
En esta sección describirá las metas que se propone lograr en distintas áreas o aspectos de su vida. Una meta es una situación a la que queremos llegar o una cualidad que queremos adquirir. Ejemplos de metas son: adquirir el hábito de la lectura y ser Inspector General.
A lo largo de la sección se irán considerando cada una de esas áreas o aspectos y se le pedirá que escriba la meta o metas correspondientes al área que se ha explicado.
Las áreas que se considerarán son las siguientes:
Usted ya definió la visión de lo que quiere lograr en lo relativo a su desarrollo personal, el cual incluye, entre otros aspectos, el cuidado del cuerpo y de la salud.
Comenzaremos por explicar algunos factores relacionados con el cuidado del cuerpo y la salud para que pueda usted proponerse ciertas metas en relación con ello:
Cuidado de la salud y del cuerpo:
a) La condición física
¿Cómo afecta su decisión de ser policía un aspecto de su vida personal particularmente importante: la condición física? El cuidado de su fortaleza física es fundamental para ser policía. Considere usted el siguiente perfil físico atlético que debe cumplir el personal que integra las instituciones de seguridad pública. En la columna de Cumplimiento anote si cumple o no con el criterio que está a la izquierda:
Criterio | Cumplimiento |
1. Alcanzar el peso saludable de acuerdo con el Índice de Masa Corporal. |
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2. Realizar saldo de longitud, con distancia mínima de 2.10 m. |
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3. Correr 100 m. planos en un tiempo de 14 segundos. |
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4. Realizar 10 dominadas de brazos en una barra fija. |
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5. Realizar 20 abdominales en 40 segundos. |
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6. Nadar 100 metros en 5 minutos. |
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7. Correr 3,000 metros en 14 minutos. |
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8. Realizar 20 lagartijas en 40 segundos (apoyar manos y puntas de los pies en el piso, cuerpo rígido, flexionar y extender los brazos). |
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9. Abstenerse de consumir cualquier tipo de droga y evitar la adicción al consumo de bebidas alcohólicas. |
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10. Mantener una dieta balanceada, control del colesterol y azúcar en la sangre. |
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El cuidado de su salud y condición física es fundamental para su vida personal y el trabajo policial. Usted deberá presentarse periódicamente a evaluaciones físico-atléticas y es necesario que cumpla con los criterios establecidos. El estar atento a estos criterios y poner en práctica las medidas para alcanzarlos, le ayudará a tener una vida más sana y plena; además de desarrollar con agilidad, fuerza y seguridad sus actividades policiales.
b) La alimentación
Para lograr el perfil de salud deseado es necesario comer de manera correcta.
- Incluya al menos un alimento de cada grupo en cada una de las tres comidas del día.
- Coma la mayor variedad posible de alimentos.
- Consuma muchas verduras y frutas, en lo posible crudas y con cáscara.
Prefiere las de temporada que son más baratas y de mejor calidad.
Consuma:
- Suficientes cereales (tortilla, pan integral, pastas y galletas, arroz o avena) combinados con leguminosas (frijoles, lentejas, habas o garbanzos).
- Pocos alimentos de origen animal. Prefiera el pescado o el pollo sin piel a las carnes de cerdo, borrego, cabrito o res.
- Coma de acuerdo con sus necesidades y condiciones. Ni de más, ni de menos.
- La menor cantidad posible de grasas, aceites, azúcar y sal.
- Prefiera los aceites vegetales a la manteca, mantequilla o margarina.
- Cocine con poca sal; endulce con poca azúcar. No ponga azúcar ni sal en la mesa y modere el consumo de productos que los contengan en exceso.
- Beba agua pura en abundancia.
- Procure la máxima higiene al almacenar, preparar y consumir los alimentos.
- Beba únicamente agua hervida o desinfectada con cloro o plata coloidal.
- Lave y desinfecte las verduras y frutas que se comen crudas.
- Lávese las manos con agua y jabón antes de comer y después de ir al baño.
Una alimentación correcta, se basa en el Plato del Bien Comer y sugiere:
c) Las adicciones
Las adicciones pueden afectar a cualquier persona de todas las edades; por ejemplo, una persona tiene una adicción al alcohol o a las drogas cuando no puede controlar el deseo de consumirlas. Es decir, la persona se vuelve esclava del alcohol o de las drogas y deja de ser dueña de sí misma.
La persona adicta debe tomar conciencia del daño que se hace, no sólo a si misma sino también a las personas que lo rodean, pues como se vio anteriormente, una adicción puede afectar todos los ámbitos de su vida.
Hay personas que, al tener dificultades y sentirse solas o deprimidas, buscan refugio en el alcohol o las drogas… ¡Nada peor que eso! Lejos de encontrar ahí una solución, agrava sus problemas y puede llegar a destruir su vida y la de los demás.
Como sabemos, el consumo y el consiguiente tráfico de drogas es una de las razones por las que la sociedad se encuentra en un grave estado de violencia y de corrupción. Debemos decir: ¡NO a las DROGAS!
Otro aspecto que usted debe cuidar en su actividad policial es el manejo de estrés. Ya ha tenido oportunidad de tratar este tema a profundidad, de hacer un autoanálisis y de revisar algunas estrategias para controlarlo.
Aspecto económico
El aspecto económico es algo importante en su vida y que usted debe planear. Como vimos, el ser humano tiene que satisfacer sus necesidades básicas y las de su familia, como son habitación, educación, salud, y vestido. Seguramente usted soñará con tener una casa, darles una educación a sus hijos y con hacer un plan para su jubilación. La institución puede ser un apoyo fundamental para cumplir su sueño. Por ello es importante que usted esté bien informado acerca de cuáles son las prestaciones que le ofrece el trabajo policial.
Para lograr estos propósitos, usted necesita analizar cuál es su situación actual y proponerse algunas metas.
Mi familia
Las familias son las células de la sociedad. Ya vimos durante el curso que ésta, es una de las principales formas en la que la persona puede desarrollarse, que es ahí donde primero aprendemos los valores y las actitudes que han ido conformando lo que somos actualmente. Como hijos, como pareja y como padres, tenemos una serie de obligaciones y de satisfacciones. Por ejemplo, ¿qué mayor satisfacción que ver a un hijo realizado como una persona que contribuye a que la sociedad sea mejor? ¿O poder disfrutar un día de descanso con la familia?
La familia nos sostiene y nos da fuerza. Cuando uno llega cansado del trabajo a su hogar y es bien acogido, se siente reconfortado. En cambio, si cuando uno encuentra solo problemas, se incrementa el cansancio y el malestar.
Las relaciones dentro de la familia necesitan cuidarse; recordemos que el ser humano necesita sentirse parte de un grupo, necesita cariño y comprensión. Procurar cumplir con las obligaciones familiares es importante: aportar la parte del gasto que corresponde, contar con tiempo para platicar con la pareja, los hijos o los padres, destinar tiempo para convivir y para demostrar a los otros que nos interesan.
Muchas veces tenemos problemas porque estamos encerrados en nosotros mismos y no nos ponemos en el lugar del otro. La comunicación y el respeto son dos factores clave para que las relaciones familiares funcionen. La reconstrucción del tejido social involucra a la familia, porque ahí es donde aprendemos a respetarnos y a hacernos responsables de nosotros mismos y de los demás.
Recuerde que cuidar el núcleo familiar es un elemento básico para que uno pueda realizar sus sueños, incluso en el ámbito profesional. Todo necesita un equilibrio: destine tiempo de calidad a su familia; dialogue, comprenda y esfuércese por ser un buen hijo o hija, padre o madre, hermano o hermana.
Crecimiento intelectual y emocional.
El desarrollo intelectual y emocional es fundamental para ser un buen policía. El primero incluye cosas tales como el estudio de las leyes, los códigos y los reglamentos, así como el aprendizaje de las técnicas policiales. También se refiere a mejorar sus habilidades para resolver problemas, y tomar decisiones acertadas.
El aspecto emocional se vincula con el desarrollo de las habilidades de comunicación interpersonal, de la inteligencia emocional, de la capacidad para manejar el estrés, de trabajar en equipo y de ejercer un liderazgo ético. ¿Cómo se siente usted con relación a esos aspectos?
Desarrollo moral y comportamiento ético
La persona que se realiza lo hace siempre con los demás y no de forma aislada. A lo largo del curso hemos visto la importancia de la ética social y de los valores constitucionales. También se trabajó sobre la importancia de la misión de la policía para alcanzar un estado de bienestar en donde la gente pueda sentirse tranquila, donde se perciba un clima de paz y no de violencia.
Ser policía implica un alto grado de desarrollo de la conciencia moral. A lo largo del curso estudiamos los valores y las virtudes morales y, en particular, aquellas que resultan más necesarias para un policía: integridad, prudencia, fortaleza, disciplina, lealtad, honor, espíritu de cuerpo y respeto a los derechos humanos. ¿Cómo se siente usted con relación a las virtudes que debería tener un policía?
Todos los profesionales deben cumplir con su código de ética, pero el policía debe hacerlo con especial rigor por la elevada misión que le corresponde como representante del Estado para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Dimensión trascendente o espiritual
Ya sabemos que el ser humano se realiza cuando encuentra el sentido último de su vida; cuando la persona supera sus necesidades básicas y puede dar un paso más allá para caer en la cuenta de que su realización está en su vínculo con lo Trascendente, en darse a los demás y contribuir a que México se transforme en una sociedad más justa, equitativa, solidaria y productiva.
Usted, al ejercer la profesión policial, tiene la oportunidad de autorrealizarse porque:
- Ser policía es decidirse por un México en el que se respetan la ley y los derechos de las personas, por un México en el que se puede vivir en paz y con tranquilidad, un México en el que la paz permite el desarrollo de todas las actividades que pueden llevar a la población a mejores niveles de vida.
- Ser policía es decidirse por un México mejor para nosotros y para nuestros hijos.
- Ser policía es un privilegio porque es tener la decisión de luchar hasta el heroísmo por el México que todos queremos que sea.
- Ser policía es una de las profesiones más honorables que un mexicano puede asumir y merece el respeto y el agradecimiento de los ciudadanos.
Es en esta dimensión es donde se encuentra propiamente la misión del policía.
Aspecto social, cívico o comunitario
La participación en la vida de nuestro barrio, de nuestra ciudad, de nuestro país y de nuestro mundo, es algo importante. Estar enterados de lo que sucede e involucrarse en la medida de nuestras posibilidades, con la resolución de los problemas de nuestra comunidad es parte de nuestros deberes como ciudadanos.
Mi carrera policial
Usted ha imaginado o soñado lo que desea ser en las diferentes dimensiones de su vida y lo ha hecho tomando en cuenta que ha elegido ser policía. Conviene que ahora le dedique su atención a lo que significa la carrera policial:
En el aspecto jurídico, el plan de carrera de un policía está definido en el Capítulo Segundo del Título Quinto de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública que trata sobre la Carrera Policial y la Profesionalización.
En el artículo 78 de esta Ley se establece que: La Carrera Policial es el sistema de carácter obligatorio y permanente, conforme al cual se establecen los lineamientos que definen los procedimientos de reclutamiento, selección, ingreso, formación, certificación, permanencia, evaluación, promoción y reconocimiento; así como la separación o baja del servicio de los integrantes de las Instituciones Policiales.
En el artículo 79 se establecen los fines de la carrera Policial:
I. Garantizar el desarrollo institucional y asegurar la estabilidad en el empleo, con base en un esquema proporcional y equitativo de remuneraciones y prestaciones para los integrantes de las Instituciones Policiales;
II. Promover la responsabilidad, honradez, diligencia, eficiencia y eficacia en el desempeño de las funciones y en la óptima utilización de los recursos de las Instituciones;
III. Fomentar la vocación de servicio y el sentido de pertenencia mediante la motivación y el establecimiento de un adecuado sistema de promociones que permita satisfacer las expectativas de desarrollo profesional y reconocimiento de los integrantes de las Instituciones Policiales;
IV. Instrumentar e impulsar la capacitación y profesionalización permanente de los Integrantes de las Instituciones Policiales para asegurar la lealtad institucional en la prestación de los servicios,
V. Los demás que establezcan las disposiciones que deriven de esta Ley.
En el artículo 85 se describen los elementos que comprende la Carrera Policial:
La Carrera Policial comprende el grado policial, la antigüedad, las insignias, condecoraciones, estímulos y reconocimientos obtenidos, el resultado de los procesos de promoción, así como el registro de las correcciones disciplinarias y sanciones que, en su caso, haya acumulado el integrante.
Como vemos, en la Ley se describen los lineamientos jurídicos de la Carrera Policial. El Plan de vida y carrera de un policía incluye la visión y las metas de la Carrera Policial.
- Revisar su situación actual y los recursos con los que cuenta
En relación con cada una de las metas que ha escrito, considere cuáles son los recursos o apoyos con los que cuenta para realizarla. Por recursos se entienden aquí los conocimientos, bienes o medios de los que dispone; los apoyos están conformados por las personas que le pueden ayudar a realizar sus metas.
Por ejemplo, si para su desarrollo intelectual se propone como meta la lectura, los recursos son los libros de los que dispone o puede pedir prestados en una biblioteca, mientras que un apoyo podría ser el maestro de la escuela del barrio que le puede aconsejar qué tipo de libros leer.
- Detectar posibles obstáculos
Ya que escribió las metas que desea alcanzar y los recursos y apoyos con los que cuenta, es conveniente que piense en los obstáculos que seguramente enfrentará. No basta con desear algo para que ocurra, es indispensable superar las dificultades que se encuentran en el camino para lograr lo deseado.
Por obstáculo se entiende aquí cualquier situación personal o del entorno que le dificulte lograr una meta, por ejemplo, un obstáculo para alcanzar un puesto de mando puede ser la falta de herramientas para hablar en público o ante un equipo de manera clara, firme y convincente.
Si usted se ha propuesto la meta de dedicar diariamente a la meditación unos minutos, un obstáculo proveniente del entorno puede ser un ambiente ruidoso.
Entonces, para lograr las metas, deberemos considerar también la manera de superar esos obstáculos.
- Armonía entre las metas de su vida personal y las de su carrera
Ahora que ya incluyó los obstáculos tiene una perspectiva realista de su plan de vida. La armonización consiste en revisar sus metas, sus recursos y sus apoyos para ver si existe coherencia entre ellos. Por coherencia busque que no sean contradictorios entre sí. Por ejemplo, sería poco coherente buscar una condecoración por su trayectoria policial y en el corto plazo querer dedicarse de tiempo completo al negocio familiar. En lo personal también puede existir la dificultad para estar con los hijos todo el tiempo que se quisiera cuando busca ser el mejor en un puesto con un horario muy largo. El objetivo de la armonización es encontrar un equilibrio entre su vida profesional y su vida personal, su familia, el aspecto económico y su autorrealización.
Procure aprovechar sus fortalezas, sea realista y autocrítico acerca de sus posibilidades y defectos, sin embargo, tenga confianza que usted puede lograr sus metas si se lo propone y confíe en usted mismo.
Procure la armonía entre su vida personal y profesional. Si usted se encuentra bien con usted mismo podrá dar lo mejor de sí en su carrera policial. Busque el equilibrio.
- Redefinir las metas
Antes de pasar al siguiente punto, tiene la oportunidad de ajustar lo que ha escrito hasta el momento.
En cuanto haya hecho estos pequeños cambios, su plan de vida debería de ser más armónico con su visión y misión personales; se espera que sea más clara la manera de cumplirlo.
- Establezca acciones en el tiempo que le permitan alcanzar la meta deseada
Para terminar de hacer su plan de vida y carrera, en su cuaderno de trabajo, escriba diez acciones clave para cumplir con la mayoría de sus metas y, por consiguiente, aproximarse a su visión y realizar su misión. Si lo desea, puede redactar una acción para cada meta, pero trate de distinguir las que son más importantes.
Las acciones clave son aquellas que le permiten lograr las metas que tienen un alto impacto en su vida. Cuando realizó el ejercicio sobre sus “Experiencias de vida”, tuvo que identificar los momentos decisivos en su pasado. Ahora intente crearlos usted mismo. Señale cuáles son las acciones decisivas que habrá de realizar para que su vida tome la dirección que desea.
Por ejemplo, si se propuso como meta importante adquirir el hábito de la lectura, una acción clave sería leer un libro durante al menos 30 minutos diarios.
Recuerde que las acciones clave no son un buen deseo que algún genio nos va a conceder, sino que son una tarea a realizar; son la conclusión de su plan de vida y carrera y están basadas en una reflexión cuidadosa sobre usted mismo y lo que quiere ser.
Trate de ser lo más específico que pueda en la descripción de las acciones. Mientras las describa con mayor claridad, más fácil será llevarlas a cabo, porque el camino se mostrará por sí mismo. Recuerde que usted es una persona libre y que esto implica ser responsable. Usted es quien decide lo que quiere hacer con su vida.
El plan de vida y carrera que ha elaborado es un mapa que le puede orientar en el camino de su vida. Por supuesto que se irá modificando conforme usted tenga más información sobre la carrera policial o cambien sus circunstancias personales o las del país. Sin embargo, lo que escribió representa una guía que le permitirá dirigir su vida en una dirección positiva. Tener una guía es lo que les da sentido a las acciones cotidianas. Saber qué es lo que se quiere y la manera de lograrlo, genera una sensación de seguridad y nos permite ejercer un mayor control sobre la propia vida.
4.3. Liderazgo
Hemos visto que una base firme para el comportamiento honesto del cuerpo policial es la existencia de mandos virtuosos, de líderes íntegros que sean un ejemplo viviente de los valores propios de la misión de la policía y que motiven y apoyen a sus subordinados para que muestren el comportamiento digno de su alta vocación de servicio a la sociedad.
El cuerpo policial se fortalecerá moralmente en la medida en que cuente con líderes cuyo comportamiento se base en principios éticos que contribuyan a generar el gran cambio que requiere nuestra sociedad para vivir en la paz, en la justicia y en el respeto mutuo. En la actualidad, el liderazgo en la policía tiene dos vertientes:
- La primera consiste en el ejercicio de la autoridad dentro de la corporación, para orientarla, hacer converger los esfuerzos de todos al logro eficaz de la misión y motivar a los elementos para que realicen sus tareas con competencia, honradez y dedicación.
- La segunda se enmarca en el concepto de prevención social del delito y se refiere al liderazgo de la policía en relación con los ciudadanos y sus comunidades. En este caso, el líder policial deberá relacionarse con la comunidad y encontrar en conjunto con ella mejores formas de prevenir el delito, motivando la participación ciudadana en la denuncia de los hechos ilícitos y fomentando el respeto de los ciudadanos a la policía y a la ley.
En esta parte del curso se revisará la importancia del liderazgo policial y se estudiarán las competencias que debe desarrollar el líder policial, de tal manera que el participante tenga una visión amplia de las tareas y habilidades de un líder de este tipo y se despierte su interés por ejercer y desarrollar, en su ámbito de competencia, las cualidades de un líder con orientación al servicio. Esto le permitirá ser un agente de cambio en la sociedad, proactivo y mediador de conflictos en la corporación, en el trabajo en equipo, en el trato con los ciudadanos y en la comunidad.
Se estudiará qué es el liderazgo, los diferentes estilos que hay, las competencias de comunicación, motivación y resolución de problemas, así como las de planeación, organización, ejecución y evaluación.
Se destacará la importancia que, para el desarrollo del líder, tiene el conocimiento y el gobierno de sí mismo como condiciones para dirigir a otros.
Finalmente, se estudiará el liderazgo basado en principios éticos y se mostrará de qué manera el ejercicio de un liderazgo prudente y comprometido con los principios de justicia y veracidad es el único que genera credibilidad y resulta apropiado a la misión de la policía y a los grandes retos que enfrenta en la actualidad para servir a la ciudadanía eficazmente.
Liderazgo en la historia
Uno de los primeros autores modernos que estudiaron el tema del liderazgo fue Max Weber, quien, en su obra, Los tres tipos de gobierno legítimo se preguntó la razón por la cual, a lo largo de la historia, unas personas han obedecido a otras. Encontró que las personas están dispuestas a obedecer a otra cuando reconocen en esa persona tiene derecho a mandar en virtud de:
a) Sus cualidades personales.
b) Lo que establece una tradición venerable.
c) Lo que establecen la ley y el derecho.
De acuerdo con estas tres fuentes de la autoridad, distinguió tres tipos de liderazgo:
a) El liderazgo carismático: que se apoya en las cualidades extraordinarias del líder cuya misión y visión inspira a los seguidores.
b) El liderazgo tradicional: que se basa en el respeto a la tradición y se recibe generalmente en forma hereditaria.
c) El liderazgo racional-legal: que se funda en el respeto a la ley, que tiene su origen en la naturaleza humana. En este caso la obediencia no se le rinde a una persona en lo particular sino a principios generales.
Lo que tienen en común los tres tipos de liderazgo es la capacidad del líder de influir en el comportamiento de las personas. Y en este sentido, todos podemos ser líderes.
Las organizaciones, especialmente aquellas que requieren grandes cambios, necesitan líderes que no sólo tengan el puesto en virtud de los procedimientos formalmente establecidos, sino que además tengan la visión y las cualidades o carisma que inspira, mueve y entusiasma a los colaboradores.
Lectura: Liderazgo y rasgos de personalidad
De acuerdo con algunos estudiosos –uno de ellos es Lewis Goldberg–, hay cinco grandes rasgos de personalidad que permiten distinguir a los seres humanos. Éstos son: la extroversión, la afabilidad, el sentido del deber, la susceptibilidad y la apertura a la experiencia.
De acuerdo con la Enciclopedia Wiki, el significado de cada uno de estos rasgos es el siguiente:
Apertura a la experiencia: significa interés por el arte, las aventuras, lo novedoso, la emoción y la curiosidad.
Sentido del deber: alude a la autodisciplina, la tendencia a actuar de acuerdo con el deber, y la búsqueda del logro.
Extroversión: es la tendencia a buscar la realización en la relación con otros, la tendencia a convivir con los demás.
Afabilidad: es la inclinación a ser compasivo y cooperativo más que frío y poco amable en la relación con los demás.
Susceptibilidad: es la disposición a experimentar emociones negativas fácilmente, tales como el enojo, la ansiedad y la depresión.
¿Qué es el liderazgo?
Si bien el liderazgo es la capacidad de influir en las personas, generalmente empleamos la palabra para referirnos a quienes lo hacen sobre un grupo para que éste logre sus finalidades, entonces el liderazgo es la capacidad de influir en un grupo de personas para lograr un fin común.
De acuerdo con Kotter (citado por Lowney) las tareas principales de un líder con relación al grupo son:
a) Trazar el rumbo: exponer una visión del futuro que puede lograr el grupo, así como las estrategias a seguir para producir los cambios necesarios para realizar dicha visión.
b) Alinear a la gente cuya cooperación se requiere; comunicar el rumbo verbalmente y con hechos, de manera que influya en la creación de equipos y coaliciones que entiendan la visión y las estrategias además de aceptar su validez.
c) Motivar e inspirar: infundir vigor a las personas con el fin de superar los obstáculos que se oponen al cambio y satisfacer así necesidades básicas que a menudo permanecen insatisfechas.
Por ejemplo, una de las residentes de la unidad habitacional, considerando la cantidad de basura que tiran los transeúntes en los jardines de ésta, reúne a los vecinos y los convence de que es posible vivir en una unidad habitacional limpia y por lo mismo más higiénica. Logra que entre todos hagan un plan para evitar que se tire basura y consigan los recursos para llevarlo a cabo, como poner botes de basura en lugares apropiados de los jardines y letreros de “Cuida tus jardines, no tires basura”, así como lo necesario para que el camión recoja la basura cada tres días. También anima a los vecinos a seguir adelante a pesar de que hay quienes en un principio siguen tirando basura en el jardín y logra que mantengan la vigilancia y la presión sobre los vecinos que aún no respetan los espacios comunes. ¿Qué funciones del liderazgo realizó la vecina?
El liderazgo hace que cambien las cosas no porque el líder las cambia sino porque influye en las personas para que ellos realicen los cambios.
Estilos de liderazgo
Después de Max Weber, los estudiosos de la administración han clasificado el liderazgo de diferentes maneras. Las investigaciones sobre los tipos de liderazgo han sido importantes porque ayudan a entender mejor los distintos aspectos de la relación entre dirigentes y dirigidos, mientras que ofrecen sugerencias acerca del mejor modo de ejercer la autoridad en puestos de mando o de servicio a la comunidad.
Liderazgo centrado en las personas y liderazgo centrado en la tarea
Hemos visto que todo líder influye en un grupo de personas para lograr una meta, un propósito o una misión común. De esta manera, según Tannenbaum y Schmidt, el líder tiene que relacionarse por una parte con las personas del grupo y, por la otra, con el trabajo requerido para lograr la meta o fin común.
Atendiendo a estos dos aspectos: la relación con las personas y la relación con el trabajo requerido para lograr la meta, Blackey y Mouton distinguieron dos tipos principales de liderazgo: el del líder que está preocupado sobre todo por el bienestar de la gente; y el que está preocupado principalmente porque se realicen las tareas que permiten lograr los resultados deseados. El líder preocupado por la gente, se ocupa de cosas tales como elevar la moral del grupo, de reducir conflictos y de llevarse bien con los integrantes del grupo. El líder preocupado por los resultados, se encarga de cuestiones tales como definir con exactitud las metas a lograr, evaluar los resultados que se van obteniendo y proponer soluciones y apoyar cuando hay algún problema que puede afectar los resultados.
Estas dos dimensiones del liderazgo pueden combinarse, lo que da lugar a cuatro estilos de liderazgo:
a) El que tiene bajo interés por la tarea y bajo interés por la persona (líder apático o desinteresado).
b) El que tiene bajo interés por la persona y alto interés por la tarea (líder duro, inhumano).
c) El que tiene bajo interés por la tarea y alto interés por la persona (líder blando, complaciente).
d) El que tiene alto interés por la tarea y alto interés por la persona (líder integrador).
Como vemos, algunos líderes le dan más importancia a un aspecto que otro, sin embargo, puesto que tanto las personas como los resultados son importantes, lo ideal es ejercer un liderazgo integrador orientado tanto a motivar a las personas, como a que la tarea se realice de manera adecuada. En este sentido, es muy importante que el líder motive y haga ver la importancia de la tarea a realizar y, que, al mismo tiempo, dé seguimiento a la empresa encomendada de manera que pueda ver los avances y orientar la realidad de la misma.
Liderazgo situacional
Partiendo de los conceptos anteriores, Hersey y Blanchard consideran que, para determinar la efectividad de un líder, no hay que fijarse sólo en el estilo del líder; hay que tomar también en cuenta las características de sus seguidores, especialmente su madurez. Para aquéllos, la madurez de los colaboradores del líder se basa en dos aspectos igualmente importantes: el grado de competencia técnica que tienen los seguidores para realizar la tarea y el grado de interés que tienen en llevarla a cabo.
El punto que hay que destacar aquí es que, de acuerdo con estos autores, no hay un estilo de liderazgo ideal, sino que, a distinto grado de madurez del grupo, debe corresponder distinto estilo de conducción del líder. Para elegir el mejor estilo de liderazgo que requiere un determinado grupo, el líder necesita conocer la situación de madurez de sus colaboradores.
Esto significa que el líder debe ejercer un liderazgo situacional, lo que significa que, dependiendo de la situación de sus colaboradores en cuanto a grado de madurez, en algunos casos el líder tendrá que darles mayor apoyo emocional, en otros ejercer un mayor control, en ocasiones darles más orientación técnica y en otros dejarles una mayor libertad.
El líder situacional es el que utiliza distintos estilos con el grupo o con la misma persona, pero en distintos momentos. Para lograrlo ha de desarrollar dos habilidades fundamentales, la de diagnosticar y la de ser flexible:
- Diagnosticar: determinar la disposición y capacidad de sus colaboradores en una situación determinada.
- Ser flexible: asumir un estilo de liderazgo acorde con la situación diagnosticada.
Con base en el grado de experiencia o competencia técnica y en el grado de interés o motivación, Hersey y Blanchard distinguieron los siguientes cuatro niveles de madurez de los grupos o de las personas en un grupo:
El estilo de liderazgo más adecuado para cada uno de estos grupos es el siguiente:
- L1 “Mandar” a los G1: da instrucciones muy detalladas acerca del modo de llevar a cabo la tarea y supervisa cercanamente el desempeño de los subordinados.
- L2 “Persuadir” a los G2: ofrece instrucciones muy detalladas acerca de la tarea que hay que llevar a cabo, aunque escucha las opiniones que tengan y les brinda el apoyo técnico que requieren para el buen desempeño de la tarea.
- L3 “Apoyar” a los G3: en este caso, el líder permite la participación del grupo y mantiene el apoyo emocional para atender los problemas de motivación o interés, sin necesidad de supervisar mucho el desempeño de la persona.
- L4 “Delegar” en los G4: proporciona el mínimo indispensable de dirección y apoyo, aunque mantiene la supervisión.
Competencias del liderazgo en la policía
La institución policial, como toda organización, requiere liderazgo para llevar a cabo su misión.
De acuerdo con Ortmeier, para realizar adecuadamente sus funciones en una organización policial moderna, se requieren las siguientes competencias o capacidades:
El desarrollo de estas competencias o capacidades dependerá, en gran medida, del tipo de labor que la persona desempeñe en la policía.
Las tres competencias necesarias en todas las actividades policiales son las de comunicación efectiva, motivación y toma de decisiones.
Las de planeación, organización, ejecución y evaluación son más propias de los que ejercen el mando en la jerarquía policial o realizan labores de policía comunitaria.
Cuando usted sea el jefe o el líder de un equipo, es importante conocerse a sí mismo y también a los integrantes del grupo para que motive a los miembros de éste. Esto le permitirá, a su vez, aprovechar de la mejor manera las cualidades y características de cada uno.
Una buena práctica policial es aquella que se hace conforme a principios éticos y jurídicos, que logra su propósito con eficacia y que preserva la seguridad tanto de policías como de ciudadanos.
Para que el líder policial pueda conducir al grupo y sus elementos de esta manera, es importante que, de acuerdo con lo que se dijo al hablar de liderazgo situacional, conozca al grupo como conjunto y a cada uno de sus elementos.
En cuanto a los elementos que integran el grupo, es importante que el líder tome en cuenta los conocimientos, habilidades y actitudes que tienen para que, en lo posible, pueda asignarles aquellas actividades en las que se desarrollarán mejor. Debe saberlos escuchar y conocer también sus cualidades y defectos. Asimismo, es muy relevante poder detectar aquellos cambios en su comportamiento habitual que puedan ser indicadores de riesgo, violación de las normas éticas o mal desempeño.
Por lo que se refiere al grupo, el líder debe conocer el grado de integración que hay entre sus elementos y los ejercicios que requieren para mejorar su desempeño como equipo. Le corresponde al líder promover la solidaridad y subsidiariedad del grupo, esto es, la capacidad para combinar sus fortalezas y apoyarse unos a otros para compensar sus áreas débiles. Para ello, el líder deberá promover la camaradería, el respeto mutuo y el espíritu de grupo, así como estar atento para intervenir situaciones en las que decaiga la moral y para detectar oportunamente conflictos o inconformidades que dificulten la tarea del grupo, lo debiliten y pongan en riesgo.
El conocimiento del grupo y de sus elementos le permitirá tener bases para tomar decisiones en lo concerniente a la promoción y capacitación de sus subordinados.
Motivación
Recordemos que una de las funciones principales del líder es la de motivar a sus seguidores; esto es, moverlos a la acción para el logro de las metas de la organización policial.
Las teorías de la motivación tratan de responder a la pregunta: “¿qué es lo que mueve a las personas a actuar?”
Una primera respuesta es que lo que propicia la acción de las personas es la satisfacción de sus necesidades.
Motivación intrínseca y extrínseca
Comúnmente se acepta que los motivos que impulsan a las personas a actuar pueden ser internos o externos y, de acuerdo con ello, la motivación es intrínseca (interna) o extrínseca (externa).
Hablamos de motivación intrínseca cuando la persona encuentra una satisfacción en la acción misma que realiza, aunque no espere una recompensa o tema un castigo proveniente de fuera. En este caso, lo que mueve a la persona a realizar la actividad es la satisfacción personal que representa para ella realizar la actividad. Por eso, cuando el líder asigna a las personas las actividades que pueden realizar mejor o persuaden a una persona de la importancia que tiene hacer algo, tanto para la organización como para ella misma, es más probable que el colaborador realice su tarea animado por una motivación intrínseca.
La motivación extrínseca en cambio, consiste en realizar algo para recibir una recompensa o evitar un castigo que viene de fuera. En este caso, la persona no realiza la tarea porque encuentre una satisfacción en ella, sino para obtener un beneficio o evitar un perjuicio.
En la práctica se requieren tanto la motivación extrínseca como la intrínseca ya que, como hemos visto, no todas las personas tienen las mismas preferencias ni la misma competencia o disposición frente a una tarea determinada. De ahí que a veces sea necesario premiar y elogiar o castigar y reprender a los subordinados para impulsarlos a hacer una tarea.
Locus de control
En la medida en que una persona progresa como ser humano, dependerá menos de los castigos o los premios externos para hacer bien lo que debe. La auto-motivación se refiere al proceso por medio del cual la persona se motiva (mueve) a sí misma para conseguir lo que considera valioso.
Para que las personas puedan avanzar hacia la auto-motivación es importante que reflexionen sobre aquellos factores a los que atribuyen sus éxitos y sus fracasos. Los factores pueden ser internos, tales como la propia capacidad o el esfuerzo realizado, o externos, tales como la suerte o la ayuda de los amigos.
Cuando una persona tiende a pensar que la causa de sus éxitos y fracasos no dependen de ella, sino únicamente de factores externos, se dice que pone el control de su vida fuera de sí misma, que su locus (lugar) de control es externo. En este caso, la persona atribuye lo que le pasa a la suerte o a otras personas y no se siente responsable de sus propias acciones ni motivada a cambiar, pues considera que no puede hacer nada para modificar la situación. Por otra parte, puede no sentir satisfacción cuando ha logrado el éxito, ya que considera que su éxito depende del azar o de otros factores que escapan a su control.
En cambio, las personas con locus de control interno, son aquellas que consideran que sus éxitos y fracasos dependen principalmente de sí mismos, que suponen que hay una relación causa-efecto entre lo que hacen y los resultados que obtienen, de tal manera que son responsables de lo que les pasa y asumen las consecuencias de sus actos. Estas personas se sienten motivadas a dirigir su propia vida y, en consecuencia, su autoestima es mayor.
En la medida en que reconocemos nuestro poder para controlar los factores internos, podremos aprovechar nuestras fortalezas, superar nuestras deficiencias y cambiar nuestras actitudes para dirigir nuestra vida hacia las metas que nos proponemos.
Con el fin de favorecer la auto-motivación, el líder puede ayudar a sus colaboradores a reflexionar sobre el locus de control de sus acciones, para que, si es necesario, lo desplacen de fuera hacia dentro. Así lograrán un mayor control de sí mismos e incrementarán su interés en superar sus deficiencias y mejorar su desempeño.
Para motivar es importante que el líder tenga un buen conocimiento de sus subordinados en lo que se refiere a sus necesidades e intereses, así como a sus capacidades y limitaciones para emprender diferentes tareas. Para ayudarlos a crecer en el deseo de logro, los invitará a reflexionar sobre la necesidad de asumir sus fortalezas y deficiencias como algo propio sobre lo cual puede tener el control; de esta manera se podrá proponer metas para mejorar en el desempeño de sus tareas.
Una retroalimentación efectiva es clara, no humilla, va a la causa por la que la persona no hizo bien su trabajo, le anima a hacer mejor las cosas, y le transmite la confianza en que, si se esfuerza, va a lograrlo.
Además de comunicarse efectivamente, y de motivarse a sí mismo y de motivar a sus subordinados, el policía debe ser capaz de tomar decisiones basadas en principios éticos y jurídicos, a la vez que resuelve problemas.
Ya hemos visto lo relativo a la toma de decisiones cuando hablamos de hacerlo de forma ética, y que se necesita actuar con prudencia, pues ésta es una virtud que muestra la capacidad de tomar decisiones correctas y, desde el punto de vista ético y jurídico, eficaces; por eso las buenas decisiones se llaman decisiones prudenciales.
Nos referiremos ahora brevemente a la competencia de resolución de problemas.
El policía requerirá esta competencia, especialmente si tiene la oportunidad de realizar trabajo de investigación o de policía comunitario.
El examen de la situación se encuentra en la descripción de la circunstancia de inseguridad debida a repetidos incidentes delictuales repetidos en el municipio llamado Cerro 18.
El problema identificado consistía en la guerra entre jóvenes de pandillas rivales de la localidad.
Al analizar las causas del problema, se encontró que los jóvenes no contaban con espacios recreativos y de esparcimiento y que tampoco asistían en forma constante a la escuela lo que les dejaba mucho tiempo libre que utilizaban para delinquir. Se constató también que estos jóvenes provenían de familias con alto grado de violencia intrafamiliar y que sus padres consumían alcohol y drogas, por lo que no era extraño que tuvieran comportamientos violentos.
Por lo que se refiere al diseño de la solución, la meta propuesta fue: evitar nuevos enfrentamientos entre las pandillas de la localidad y contribuir a la disminución del temor del resto de la población producida por estos comportamientos delictuales.
Para lograr la meta, se propuso la siguiente estrategia:
a) Realizar reuniones o charlas de tipo informativo destinadas a los integrantes de las pandillas y sus familiares, consistentes en problemáticas que viven cotidianamente.
b) Generar espacios recreativos y deportivos en los que participaran, conjuntamente, personal de la unidad policial y los integrantes de las pandillas.
La ejecución de esta solución estuvo a cargo de la Comisaría de Policía correspondiente a la zona.
La evaluación del plan mostró que:
a) Las denuncias de riñas, enfrentamientos, agresiones y robos por parte de integrantes de las pandillas del Cerro 18, se han reducido.
b) Los grupos de jóvenes que antes pertenecían a diferentes pandillas pueden compartir ahora una cancha de fútbol sin enfrentamientos violentos, agresiones o rivalidades.
c) Aumentó el respeto y la cercanía de la población con la policía.
d) La policía ha obtenido información relevante sobre los autores de delitos en la comunidad.
Competencias para la planeación, organización, ejecución y evaluación
Al hablar de la solución de problemas, encontramos que llega un momento en el que para resolver el conflicto es necesario elaborar un plan de acción. Una vez que éste fue creado, se requiere organizar las actividades y recursos que se van a emplear para ejecutarlo. Tras realizar lo anterior, se debe implementar el plan y evaluar sus resultados.
La planeación, organización, ejecución y evaluación son tareas básicas de la administración de cualquier organización, como lo señaló el ingeniero Fayol en 1916.
Para realizar adecuadamente estas actividades administrativas, se requieren, desde luego, las correspondientes competencias relacionadas con planeación, organización, ejecución y evaluación. Los policías que requerirán en mayor grado estas competencias son los que trabajan como policías comunitarios y los que tienen un puesto de mando en la corporación policial.
A continuación, describiremos brevemente cada una de estas competencias:
- Planeación: consiste en imaginar una secuencia de actos con la finalidad de alcanzar una meta. Para diseñar un plan se necesita ordenar las actividades en fases. Un plan no es entonces otra cosa que una descripción ordenada de las acciones que hay que realizar para el logro de la meta.
- Organización: implica determinar quién hará las actividades planeadas, cuándo y con qué recursos, quién rinde cuentas a quién y quién toma las decisiones en cada caso. Es importante que las tareas se asignen a las personas que tienen mayor capacidad y disposición para esa tarea.
- Ejecución: la ejecución reside en que se lleven a cabo las acciones planeadas en los tiempos previstos. En este aspecto son muy importantes el liderazgo y la supervisión con el fin de corregir las desviaciones que se presenten con respecto a lo establecido en la etapa de organización.
- Evaluación: una vez concluida la ejecución del plan, la evaluación consiste en determinar en qué grado se lograron las metas pretendidas y las causas de las deficiencias. Para realizar adecuadamente la evaluación es necesario que las metas o resultados esperados del plan se hayan establecido con mucha claridad. Se evalúa tanto la pertinencia del plan como el desempeño de quienes participaron en su diseño y ejecución.
Liderazgo basado en principios
Hasta ahora se ha estudiado qué es el liderazgo, sus tipos y las competencias propias del liderazgo policial. Un aspecto fundamental de éste es que el líder actúe conforme a principios éticos y jurídicos.
Lectura: Liderazgo basado en principios
Entendemos aquí por liderazgo basado en principios uno que se basa en principios éticos, es decir, un liderazgo ético. Los valores en los que se basa consisten en las virtudes y en el compromiso con los valores que sustentan la misión de la policía. Este es el cimiento moral sobre el que se apoyan las decisiones y el comportamiento del líder ético.
El líder ético es una persona automotivada para hacer el bien, esto significa que:
- Tiene la voluntad de hacer lo que es moralmente bueno: se trata de la integridad, que como hemos visto, es la primera de las virtudes.
- Se conoce a sí mismo: está consciente de sus fortalezas, debilidades y los valores que realmente lo mueven.
- Es proactivo: tiene la capacidad de gobernarse a sí mismo –tiene un locus de control interno–, una visión de lo que quiere lograr en la vida para bien de México y lleva a cabo las acciones necesarias para alcanzarla.
El líder basado en principios se distingue del líder sin escrúpulos, tramposo, oportunista, falso, hipócrita y engañador. Aquél sabe que el comportamiento ético de sus subordinados depende, más que del conocimiento de los reglamentos y los códigos éticos, de las virtudes del líder, del ejemplo y compromiso firme y constante con los valores.
¿De qué manera se manifiestan los principios del liderazgo ético en las actividades del líder policial?
El líder policial ético es un profesional, ya que está comprometido con la misión y vocación de la policía: hacer valer la ley para lograr la justicia, prevenir el delito y lograr así un orden público en el que los ciudadanos puedan disfrutar de sus derechos.
Es importante señalar que este fin superior al que aspira el líder, es compartido actualmente por muchos policías en México y constituye la base ética sobre la cual se puede renovar el cuerpo policial, que es una institución fundada en valores éticos de servicio al público.
- Planeación: Cuando el líder ético define la visión y los objetivos a lograr, a la vez que planea la forma de conseguirlos. Se basa en la virtud de la prudencia, que le lleva a proponerse una perspectiva de mejoramiento del mundo inspirada en la justicia, el derecho y las demás virtudes. Pero, aunque se inspira en esta elevada misión, lo hace con los pies firmemente puestos sobre la tierra; considera lo que realmente puede y no puede realizar con los recursos con los que cuenta.
- Motivación: Este tipo de líder estimula el comportamiento ético porque el compromiso con los valores no consiste sólo en reconocerlos de palabra, sino en verlos en acción. La ética se basa en el principio de hacer lo correcto; el poder que emana del compromiso real del líder con los principios, motiva en los seguidores una voluntad de arriesgarse a hacer las cosas correctas porque éstas son valoradas, personificadas por el líder y aprobadas por la visión que él comunica. Como dice el refrán, las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra.
- Comunicación: La comunicación del líder ético se caracteriza por su veracidad, esto significa no sólo que dice la verdad, sino que, además, sus palabras están respaldadas por sus obras. En consecuencia, el líder ético es uno al que se le puede creer: es un líder confiable.
- El líder ético toma decisiones basadas en valores éticos y jurídicos, como se vio al hablar de la ética policial. En este sentido, todo policía en la calle puede ser un líder ético, porque le corresponde tomar personalmente muchas decisiones que deben ser consistentes con los valores, las virtudes y los principios de esta índole. En la medida en la que actúe correctamente, el policía ganará autoridad moral entre los ciudadanos.
- En el trato con los compañeros y subordinados, el líder ético es cortés y respetuoso. Promueve además el respeto mutuo entre sus compañeros y subordinados. Es justo porque reconoce los logros de cada uno, pero es también exigente, porque espera que cada quien dé lo mejor de sí mismo. Su sentido de la lealtad lo lleva a apoyar a sus subordinados cuando corren peligro y fomentar su superación para que hagan rendir sus talentos.
- El líder ético conoce a sus subordinados; tiene una concepción de la persona que integra sus necesidades de seguridad, pertenencia, reconocimiento y autorrealización. Sabe escuchar a sus subordinados y está atento a lo que les sucede.
- Motiva a sus colaboradores para que se desarrollen como personas de acuerdo a sus potencialidades y los invita a que colaboren con el logro de la misión que la policía tiene encomendada. De esa manera se podrán realizar como personas a través del servicio a los demás, contribuyendo a que exista una mejor sociedad para todos. Un líder ético procura que sus colaboradores incrementen su motivación intrínseca y la satisfacción del deber cumplido, pero también les ofrece reconocimiento personal y social; en la medida de su competencia, procura que tenga buenas condiciones de trabajo. Prefiere orientar y estimular más que castigar, aunque impone sanciones sin titubear cuando es necesario.
- Supervisa el trabajo de sus subordinados consciente de que es necesario controlar el cumplimiento de las órdenes para corregir las fallas en su ejecución. Establece también, en la medida de lo necesario, procedimientos de control que ayudan a los subordinados a prevenir las faltas contra las normas éticas y jurídicas. Pero todo esto lo hace enterado de que, como se dice, no hay mejor reglamento que la conducta del jefe.
Si consideramos la descripción del líder basado en principios, veremos que no es muy diferente de la imagen que muchos policías mexicanos actuales tienen de lo que sería un jefe ideal: justos en el otorgamiento de promociones, profesionales, actualizados, que den buen ejemplo, que sean honestos, sepan mandar y dirigir, que formen un buen equipo de trabajo, que ayuden a sus subordinados a superarse, que los respete y los escuche, que sea fuertes física y espiritualmente y que inculque en sus subordinados el concepto de solidaridad, ética, y amor por el trabajo.
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excelentes cursos, es lo que esta exigiendo el sistema nacional sera de mucho provecho para el ámbito policial